La vocación fue lo que nos motivó en el caso de Andrea, una chica de 21 años que, tras formarse como Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico, tenía claro dónde quería cursar sus estudios para alcanzar un objetivo mayor, formar parte del equipo de enfermeros del Hospital Niño Jesús. Andrea, con una nota media de 9,2, investigó todos los planes de estudios, prácticas y convenios de las universidades madrileñas, y descubrió que la que más posibilidades le ofrecía para alcanzar su sueño era la Universidad de Comillas.

Esta historia nos la transmitió su padre, Pablo, que tiene diversidad funcional de tipo física y que, además, ejerce como voluntario dentro la Fundación Celima. Él nos contó lo que supondría que su hija cursara sus estudios en esta universidad privada y las dificultades que conllevaría a nivel familiar afrontar ese gasto.

Andrea actualmente está realizando su primer año de enfermería en la Universidad de Comillas. La Fundación Celima les ha concedido una beca que sirve de ayuda a la familia para que Andrea pueda tener la oportunidad de cumplir con su vocación. Ella está obteniendo unos grandes resultados académicos y ha logrado ser voluntaria en el Hospital Niño Jesús, donde ayuda a los más pequeños a hacer más llevadera su estancia. En la Fundación Celima estamos muy orgullosos de la generosidad que demuestra Andrea con los pequeños pacientes y tenemos la certeza que conseguirá todo lo que se proponga.