El pasado 8 de marzo, desde la Fundación Celima con la colaboración de Celima CEE, organizamos una visita muy especial al Museo del Romanticismo en Madrid. A pesar de la lluvia, nada nos detuvo para vivir una experiencia diferente, llena de historia, arte y emociones.

Para muchas personas con discapacidad, salir de la rutina y acceder a la cultura no siempre es fácil. Por eso, este tipo de actividades son tan valiosas ya que nos abren puertas, despiertan curiosidad y nos permiten compartir momentos únicos. En esta ocasión, nos sumergimos en el siglo XIX, recorriendo estancias que parecían sacadas de una novela, con salones llenos de encanto, retratos que cuentan historias y objetos que nos trasladaron a una época llena de romanticismo.

Pero más allá de la historia, lo más bonito de esta visita fue ver cómo cada persona vivió la experiencia. Algunos se sorprendieron con los detalles de la decoración, otros se imaginaron cómo sería vivir en aquella época y muchos disfrutaron simplemente del hecho de compartir y aprender juntos.

Desde la Fundación Celima, creemos que la cultura es una herramienta poderosa para la inclusión. No se trata solo de visitar un museo, sino de sentirnos parte de la historia, de tener acceso a nuevas experiencias y de demostrar que todos tenemos derecho a disfrutar del arte y el conocimiento.

Gracias a todas las personas que participaron en esta actividad y al Museo del Romanticismo por abrirnos sus puertas. Seguiremos apostando por experiencias que nos hagan crecer, conectar y, sobre todo, disfrutar del camino juntos.